Esta colegiala japonesa traviesa me rogó que le atara las manos. Después de atarle las manos, no tuvo más remedio que contenerse para orinar. Contenerse para orinar la hizo sentirse más cachonda. No pudo contenerse más, así que orinó lentamente sobre sus bragas. Mientras orinaba, sintió tanto placer que no quería que parara.
Tienes que iniciar sesión para dejar comentarios en el muro. Por favor Iniciar sesión o Regístrate (gratis).