Un vecino se acerca a la puerta y llama. La perra dice que la lavadora está rota y le ordenan que se doble. Mientras arreglaban la lavadora, la frotaron y acariciaron el coño y el culo. Ella fue tocada mientras gemía en un tono romántico, rogándole que quitara sus manos de su constreñido coño. Mientras la reman, su apretado coño es golpeado aún más fuerte...
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