Entré en el dormitorio y vi a mi compañera de cuarto rubia y regordeta montando la polla del jefe de la residencia. Después de verlos follar un rato, decidí unirme a ellos. El jefe de la residencia empezó a lamerme y tocarme el coño con los dedos. Después de tocarme el coño con los dedos, me subí encima de él y monté su polla como una zorra.
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