Mi esposa rubia Pinay y yo estábamos caminando por la jungla. Imagínense mi sorpresa cuando mi esposa se acercó a mí, me sacó la polla y empezó a hacerme una mamada. Después de que ella me chupó la polla, le devolví el favor inclinándola y follándole su coño caliente y húmedo por detrás. Mientras follábamos, un transeúnte casi nos pilla.
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