Mi tía madrastra, pelirroja y gruesa, y yo estábamos viendo un partido de fútbol juntos e hicimos una apuesta. Después de que mi tía perdió la apuesta, la obligué a chuparme la polla. Me chupó la polla tan bien que la incliné sobre el sofá y le follé el coño por detrás hasta correrme en su culo.
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