Mi amigo le preguntó en broma a mi atractiva esposa si alguna vez había sido doblemente penetrada, y ella dijo que no, y él sugirió que él y yo la diéramos doble penetración. Para mi sorpresa, mi esposa estuvo de acuerdo. Mi amigo y yo llevamos a mi esposa al dormitorio y nos turnamos para follarle el coño y el culo hasta que me corrí en su boca y en toda su cara.
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