Me desperté y esta jovencita rubia estaba en mi cama. Intenté dejar de mirar su culo perfecto, pero no pude. Terminé acariciándole el culo. Más tarde ese día, después de que ella salió de la ducha, la seduje para que me hiciera una paja y una mamada. Luego la sujeté contra un sofá y le follé el coño hasta llenarlo de semen.
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