La madrastra caliente de mi vecino gordito me pidió que la ayudara a llevar algunas cosas dentro de su casa. Justo cuando estaba a punto de irme después de ayudarla, me tomó de las manos y me arrastró hasta el sofá donde me lamió la polla. Pensé que todo había terminado, así que imagina lo emocionado que estaba cuando ella monta mi polla.
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