Me di cuenta de lo sexy que se ha vuelto mi mamá desde que comenzó a ir al gimnasio y quería probarme. Así que me acerqué a ella en el dormitorio y comencé a bromear sobre lo terrible que es montando una polla. Quería demostrarme que estaba equivocado. Así que me empujó sobre la cama y cabalgó mi polla tan bien que me corrí varias veces.
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